Las organizaciones son complejas, cada departamento, área, sucursal, es una suma de aspiraciones, virtudes, defectos, que influyen en todos los procesos gerenciales que una empresa ejecuta. Ya nos dijeron que la comunicación clara y precisa es vital para cumplir los objetivos estratégicos de la organización. Si es vía el canal formal, está en buen camino, y si sumamos el canal informal, estamos mucho mejor.
Hay que reconocer que el canal informal, muchas veces, distorsiona el mensaje que aspiramos como gerentes estrategas, a pesar de existir un acuerdo previo de todo el equipo de personas que dirige la empresa, el mensaje -al final- llega bien por los conductos formales, empero, son las personas que pondrán empeño y voluntad para cumplir lo propuesto. De no haber esa voluntad, también se afloja los mensajes comunicados.
Entonces será preciso crear mensajes que sean motivadores, e inspiren el trabajo de calidad, de perfección, el propósito es no sucumbir ante el reto diario del entorno, y forzar a que se cumplan objetivos estratégicos rentables. Es motivador el hecho que se administre una buena campaña de comunicación, de la mano con algún medio, de esta manera la responsabilidad por el logro aumenta en el personal, ¿nos dimos cuenta acaso que mientras más conocida sea una empresa en la sociedad, la gente más desea trabajar en ella? No sólo la buena reputación la hacemos en base a un bien, servicio o idea de calidad superior que vendamos, sino que de la mano, presentamos una imagen de que la empresa es un sitio “ideal”, “grato”, y de “constantes desafíos” para el grupo humano que lo conforma.
Ya sabe entonces qué exigir a la gente de relaciones públicas, recursos humanos y marketing interno; el mensaje del visionario, ha de estar apoyada tembién por el conocimiento de personas ajenas a la empresa. Es la fuerza de voluntad, las ganas la que sacan un negocio adelante. Claro, previa gestión estratégica. Dirija e inspire su dirección.
Fuente:http://integrar.blog.terra.com.pe/
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